¿Qué es el autismo?
El autismo es una condición de origen neurobiológico que acompaña a las personas a lo largo de su vida y genera particularidades para comunicarse y relacionarse con otros e intereses restringidos, además de un procesamiento sensorial diferente.
¿Cuál es su prevalencia?
Entre el 1 y el 2% de la población mundial. Se estima que 78 millones de personas en el mundo se encuentran en el espectro autista.
¿Cuál es la causa?
El origen es neurológico pero no se considera que hay un área cerebral específica afectada sino que es secundario a una modificación en la conectividad entre diferentes áreas.
¿Cuáles son los factores asociados?
Genéticos: Se calcula que hasta en un 25% de los casos existe una causa genética identificable. La concordancia entre hermanos es de entre el 5 y el 20%. Ambientales: Se consideran como posibles factores la edad materna y paterna, infecciones en el embarazo, parto prematuro, fármacos y tóxicos ambientales.
¿Por qué hablamos de espectro?
Espectro refiere a un abanico de características en el cual están incluidas todas las personas con autismo pero cada una de ellas con sus particularidades. Hay tantos autismos como personas con autismo conozcas. Hoy, cuando nos referimos al autismo hablamos de diversidad neurobiológica. Si bien todas las personas bajo este diagnóstico tienen como factor común desafíos en la comunicación social e intereses restringidos, no todas se presentan de la misma manera. Lo que varía es la intensidad y cantidad de apoyos que se necesitan que pueden ser
“apoyo”, “apoyo sustancial” o “apoyo muy sustancial”.
¿El autismo es una enfermedad?
El autismo no es una enfermedad, por lo tanto no tiene causa ni tratamiento específico. Se considera una condición que acompaña a la persona a lo largo de su vida. La detección temprana permite una intervención adecuada y un mejor pronóstico.
¿Qué tengo que hacer si sospecho que mi hijo/a tiene autismo?
Si tenés un/a hijo/a entre 16 y 30 meses y notás comportamientos que te generan dudas, consultá con tu médico. La investigación ha demostrado que la detección y la intervención temprana conduce a un mejor pronóstico por eso antes es mejor.
¿Cuáles son las señales de alerta del autismo?
Los indicadores de autismo suelen aparecer a los 2 o 3 años de edad. Algunos desafíos en el desarrollo pueden aparecer incluso antes, y con frecuencia, se pueden diagnosticar a la temprana edad de 18 meses. Por eso si tenés un/a hijo/a entre 16 y 30 meses y observás algunas de estas señales, es importante consultar con tu médico.
- Falta de sonrisa social o muestras de alegría a partir de los 6 meses
- Evitar el contacto visual y querer estar solo
- No responder a su nombre a los 12 meses
- No balbucear a los 12 meses
- No decir palabras a los 16 meses
- No formular frases de dos palabras con significado (sin imitar o repetir) a los 24 meses
- Cualquier pérdida del habla, balbuceo o habilidades sociales a cualquier edad.
- No señalar para mostrar o compartir interés a los 14 meses
- No tener juego simbólico o imaginario (por ejemplo jugar a “darle de comer” a un muñeco) a los 18 meses
- Reacciones inesperadas antes estímulos sensoriales
Quienes tenemos contacto con un/a niño/a que se encuentra en la primera infancia debemos mirar aspectos del desarrollo que son cruciales como la mirada, su interacción social, su juego, la forma en que se comunica más allá del lenguaje, y su conducta. Los niños pueden alcanzar metas de desarrollo durante distintas etapas de su vida. Sin embargo, la ausencia de una de estas metas, o la pérdida de estas habilidades requieren de una consulta inmediata con un pediatra del desarrollo, neurólogo o psiquiatra especializado. Detectar estas alertas no significa un diagnóstico, pero sí podría implicar la necesidad de que el niño reciba una intervención temprana.